El esfuerzo de China por desarrollar una tecnología de litografía EUV (ultravioleta extremo) ha generado mucho interés en la industria de semiconductores, especialmente en el contexto de la competencia tecnológica global. Sin embargo, los análisis recientes sugieren que la narrativa de un prototipo chino que pueda producir chips con tecnología EUV en un futuro cercano está muy lejos de la realidad.
Según informes de medios especializados como Reuters, China ha llevado a cabo un esfuerzo estatal encubierto para construir una máquina EUV propia, con el objetivo de reducir su dependencia de proveedores occidentales, especialmente del gigante holandés ASML. La noticia destacaba que, tras años de trabajo, el prototipo chino aparentemente habría logrado generar luz EUV, un logro técnico importante. No obstante, generar luz EUV no equivale a fabricar chips; en realidad, aún está muy lejos de convertirse en una máquina funcional para producción en masa.
La litografía EUV es una tecnología extremadamente compleja y sofisticada. En esencia, no se trata solo de una fuente de luz especial, sino de un sistema integrado que incluye ópticas de precisión, componentes mecánicos ultrafinos, sistemas de vacío extremo, metrología avanzada y software especializado. Todo ello debe trabajar en perfecta sincronía durante largos periodos de tiempo, en entornos controlados. La generación de luz EUV, que requiere espejos multicapa en cámaras de vacío debido a la alta absorción de esta longitud de onda, es solo el primer paso; después, la luz debe ser dirigida, enfocada y utilizada para imprimir patrones diminutos con una precisión nanométrica.
Entrar en la fabricación de chips requiere, además, replicar esa tecnología en un ecosistema de componentes de alta precisión, muchos de los cuales están distribuidos globalmente y protegidos por sólidas cadenas de suministro y patentes. Replicar el núcleo óptico de una máquina EUV —que puede constar de seis espejos y decenas de miles de piezas— resulta prácticamente imposible sin acceso a componentes muy especializados, que en la actualidad solo produce ASML con tecnologías protegidas y controladas mediante alianzas estratégicas con socios europeos como Carl Zeiss SMT.
Otro factor clave es el software y el control del proceso. Las máquinas de litografía de última generación no son simplemente hardware; son sistemas sofisticados que requieren calibraciones, diagnósticos y algoritmos desarrollados a lo largo de años, con datos procedentes de fábricas reales. Sin un conocimiento acumulado y sin experiencia práctica, montar una máquina funcional sería simplemente imposible.
El análisis también destaca que la idea de ‘robar un plano’ sin entender la complejidad total del sistema es engañosa. La innovación en EUV no consiste en copiar componentes o planos aislados, sino en un desarrollo distribuido y altamente especializado, basado en décadas de investigación y perfeccionamiento. La cadena de suministro, que incluye materiales, ópticas, metrología y control, está fragmentada y protegida; replicarla requiere un conjunto de habilidades y conocimientos que todavía parecen fuera del alcance de los esfuerzos actuales.
Se estima que, incluso con avances, China podría tener dificultades para producir su primer chip con tecnología EUV en los próximos años. Los expertos sugieren que un primer prototipo funcional podría estar listo alrededor de 2028, aunque fuentes más conservadoras hablan de 2030. La producción en masa de chips con EUV, que requiere estabilidad, precisión y repetibilidad, será aún más lejos, dado que implica no solo hardware, sino también un dominio del software, mantenimiento y experiencia operacional que lleva mucho tiempo desarrollar.
En conclusión, aunque el proyecto chino de construir una máquina EUV propia refleja una ambición importante, la realidad técnica y la complejidad del proceso sugieren que todavía estamos lejos de ver a China producir chips punteros con esta tecnología. A corto plazo, lo que se percibe es una carrera de soberanía tecnológica, en la que la inversión pública y la paciencia seguirán siendo claves para avanzar en una de las áreas más estratégicas de la economía digital mundial.
