De RAM wordt duurder door de AI-hype: waarom 2026 de prijzen van laptops, pc’s en servers kan veranderen

En 2025, la compra de portátiles y ensamblaje de PC ha sido en general una experiencia más amigable para el consumidor, con múltiples ofertas, modelos de gama media a precios más accesibles y una sensación de recuperación en el mercado electrónico tras años de inflación y escasez. Sin embargo, bajo esa aparente calma se esconde una realidad que preocupa a fabricantes y analistas: la memoria RAM comienza a convertirse en un cuello de botella, y todo indica que 2026 podría ser el año en que los precios de estos componentes vuelvan a subir de forma sostenida.

La causa principal de esta tendencia es la influencia de la inteligencia artificial (IA) en los mercados de componentes electrónicos. Los modelos de IA requieren una cantidad excepcionalmente alta de memoria para su entrenamiento y funcionamiento, lo que está impulsando a las empresas del sector a priorizar la producción de memorias más rentables y estratégicas para centros de datos, como las HBM (High Bandwidth Memory). En consecuencia, la capacidad de producción de memorias de consumo, tipo DDR5 para PCs y portátiles, se ve cada vez más afectada por esta reorientación, provocando una mayor volatilidad en sus precios.

El ciclo de la memoria, que siempre ha sido cíclico con períodos de sobreoferta y precios bajos seguidos de ajustes y aumentos bruscos, está atravesando una nueva fase marcada por el imán que representa la IA. Si algún fabricante logra vender memorias a precios más altos y con mayores márgenes en los centros de datos, la tentación de reservar capacità para esa demanda aumenta considerablemente, reduciendo la oferta para el mercado de consumo.

Diversos informes, como los de TrendForce, anticipan incrementos relevantes en los precios de la DRAM y NAND en los próximos meses. Para el tercer trimestre de 2025, se prevén aumentos considerables en varias categorías, incluso llegando a picos del 45 % en ciertos tipos de memorias, indicando que los precios dejarán de caer y que la tensión en el mercado se intensificará.

Este fenómeno no solo afecta a la memoria DDR5; la memoria HBM, principal impulsora de infraestructura IA, se ha convertido en la joya de la corona, concentrando inversiones y líneas de producción. Cuando los recursos se dirigen a HBM, otras memorias, como la LPDDR5X y la DDR (especialmente la DDR5 de servidores), también podrían experimentar aumentos significativos. Se contempla que los precios de la memoria DDR5 en servidores pueda incluso duplicarse desde finales de 2025 hasta 2026, en escenarios donde la demanda y la oferta sigan sin equilibrarse.

Para el mercado de los ordenadores personales y portátiles, esta situación puede traducirse en varias respuestas: subir los precios finales, reducir las especificaciones de RAM o retrasar ciertos lanzamientos de productos. La opción más preocupante para los consumidores es la segunda, pues implica volver a configuraciones con 8 GB de RAM como estándar en modelos en los que ya se había normalizado una memoria base de 16 GB. Esto puede afectar la experiencia de uso, especialmente en tareas que requieren más recursos, como la navegación con muchas pestañas, edición ligera o la utilización de herramientas de inteligencia artificial.

Además, el almacenamiento SSD también podría verse impactado, ya que la demanda de centros de datos y la reorientación de la producción pueden tensionar el mercado de almacenamiento flash, encareciendo el pack completo de componentes en un PC o portátil.

A nivel macroeconómico, estos aumentos podrían frenar la demanda de ordenadores en 2026. Se proyecta que los precios promedio puedan subir entre un 4 % y un 8 %, dependiendo de las circunstancias, generando una desaceleración en las compras y provocando que los fabricantes sean más conservadores en sus catálogos, priorizando la protección de márgenes sobre la innovación a precios accesibles.

Para los consumidores y empresas, el año que viene será crucial para tomar decisiones informadas. Se recomienda, para quienes necesiten un equipo pronto, evaluar la posibilidad de esperar, aunque los cambios de precio suelen producirse en oleadas. En el caso de usuarios domésticos, es recomendable optar por configuraciones con 16 GB de RAM y considerar adquirir componentes en anticipación a posibles picos de precios. Para las organizaciones, es fundamental planificar con mayor margen y revisar los presupuestos de renovación, además de reconsiderar las políticas de dimensionamiento para optimizar recursos y evitar gastos innecesarios.

En conclusión, el auge de la inteligencia artificial está alterando significativamente el mercado de componentes electrónicos, y 2026 promete ser un año de ajustes en los precios y en las estrategias de fabricación. Tanto consumidores como empresas deberán mantenerse atentos a las tendencias para minimizar el impacto de una eventual escalada de costos en la memoria y otros componentes clave.

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